El régimen de Nicolás Maduro, a través de su cancillería, acusó este sábado al presidente de Guyana, Irfaan Ali de liderar una mafia del oro y también de saquear petróleo.
«Venezuela rechaza con absoluta firmeza las vergonzosas declaraciones del presidente de Guyana, Irfaan Ali, emitidas desde la Embajada de Estados Unidos en Georgetown, donde se presentó, no como jefe de Estado, sino como subordinado político, rindiendo cuentas a sus verdaderos amos», indicó el canciller del régimen, Yván Gil, en un comunicado.
«Desde ese espacio de sumisión y dependencia, Irfaan Ali hizo atrevidas e infundadas acusaciones en contra del Gobierno venezolano, mintiendo descaradamente sobre un tema que bien conoce, ya que es el verdadero jefe de la mafia de extracción ilegal del oro y minerales, que ha ocasionado una destrucción acelerada del ambiente y la vida misma en un territorio que no le pertenece. Adicionalmente liderando un esquema de saqueo del petróleo en un mar pendiente de delimitación, cuya explotación es completamente ilegal e ilegítima según el Derecho Internacional», agregó.
Guyana, según Gil, carece de autoridad moral para hablar de legalidad o de democracia. También dijo que la “cooperación” con Estados Unidos no es más que una «entrega servil de soberanía», que busca convertir a su país en una base de operaciones contra Venezuela y contra la estabilidad de la región.