El presidente argentino, Javier Milei, traspasó este jueves la presidencia temporal del Mercosur a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva; al tiempo que pidió la liberación de todos los «presos políticos» en Venezuela, incluyendo la del gendarme argentino Nahuel Gallo.
En su último discurso al frente del grupo, Milei dijo: «Debemos dotar al Mercosur de una herramienta necesaria para combatir eficazmente el crimen transnacional organizado. En esta misma línea tampoco podemos hacer la vista gorda con los numerosos casos de detenciones ilegales en Venezuela».
«Exigimos su pronta liberación, en particular reiteramos nuestro firme reclamo por la inmediata liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo», agregó.
Ante la petición de Milei para que Brasil trabaje en su presidencia en la lucha contra el crimen organizado, Lula anticipó que estudiará «con mucho ahínco» la creación de una agencia contra el delito organizado transnacional propuesta por el mandatario argentino.
Asimismo, Lula da Silva se trazó como objetivos de su presidencia avanzar en políticas contra el cambio climático y la transición energética, promover el desarrollo tecnológico de la región y combatir el crimen organizado transnacional.
Caso Nahuel Gallo
Nahuel Gallo fue detenido en diciembre de 2024 por funcionarios de seguridad del Estado venezolano tras cruzar un paso fronterizo terrestre desde Colombia, en un viaje que, según las autoridades argentinas y la familia del gendarme, tenía como propósito visitar a su pareja y a su hijo.
El Gobierno de Nicolás Maduro sostiene que Gallo forma parte de un grupo de 125 “mercenarios” extranjeros detenidos por presuntamente planear un atentado contra la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, y ha vinculado a la administración de Javier Milei con ese supuesto complot.
Por su parte, el Gobierno argentino ha calificado las acusaciones de Caracas como “falsas e infundadas” y ha solicitado reiteradamente la liberación de Gallo.