El Gobierno de Venezuela y los embajadores de Colombia, Cuba, Bolivia, México y Brasil, acreditados en Caracas, expresaron este martes su preocupación por el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe, a la vez que hicieron un llamado a preservar la paz en la región, informó el viceministro venezolano de Exteriores para América Latina, Rander Peña.
Tras una reunión con los diplomáticos, el funcionario chavista señaló en su canal de Telegram que coincidieron en «la preocupación por el persistente y desproporcionado despliegue militar de los Estados Unidos en la región».
En ese sentido, dijo que conversaron sobre «la gravedad de los acontecimientos recientes en el Caribe, particularmente la agresión sufrida por la pequeña embarcación atunera», en referencia a un bote con nueve pescadores que, según el Gobierno chavista, navegaba en aguas pertenecientes al país suramericano cuando, agregó, fue «asaltado de manera ilegal y hostil por un destructor de la Armada» estadounidense el pasado viernes.
«Estos hechos deben alertarnos sobre los riesgos que generan las acciones unilaterales y arbitrarias, que ponen en grave peligro la paz regional», dijo Peña, también secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
En el encuentro, también reiteraron la posición compartida de «defensa del derecho internacional, el respeto a la soberanía de los pueblos y la preservación de la paz» en «toda» América y el Caribe, agregó Peña.
EE.UU. ha incrementado su presencia militar en el Caribe sur en respuesta al «narcotráfico proveniente de Venezuela», según denuncia, con el despliegue de, al menos, ocho buques de guerra en la región, incluyendo un submarino de ataque rápido nuclear, con más de 4.500 soldados.
Este lunes, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que su país ejerce el «legítimo derecho a la defensa» ante las que califica como «amenazas» y «acechanzas» de EE.UU., aunque expresó su confianza en la diplomacia y en la comunicación para evitar una «gran guerra» en la región.
El líder chavista reiteró que la nación petrolera está en una fase de «lucha no armada», pero, advirtió, si «fuera agredida por el imperio estadounidense», pasaría «inmediatamente» a la «lucha armada» para enfrentar «al grupo yanqui (estadounidense) invasor».
A su juicio, el despliegue no se trata de un combate al narcotráfico, sino de un plan para provocar un «cambio de régimen» e «imponer un Gobierno títere» en Venezuela, con el fin, advirtió, de «apoderarse del petróleo» y otras riquezas naturales de esta nación. EFE