La presión de Estados Unidos sobre Venezuela alcanzó un nuevo nivel tras la incautación de un buque cargado con petróleo venezolano, en medio de un amplio despliegue militar en el Caribe. Este incidente perjudica la principal fuente de ingresos de una economía ya golpeada por años de sanciones y un embargo petrolero, informa la AFP.
El Gobierno de Venezuela denunció el hecho como un «robo descarado» por parte de Estados Unidos. Caracas afirmó que esta acción constituye una prueba de que «el objetivo siempre ha sido apoderarse del petróleo venezolano».
La Casa Blanca ordenó en agosto el despliegue de buques militares y aviones de combate como parte de una supuesta operación antidrogas. El gobierno venezolano insiste en que la maniobra enmascara el objetivo real de derrocar al presidente Nicolás Maduro.
La operación del «buque fantasma»
El barco incautado, el Skipper, con una falsa bandera guyanesa, fue sancionado por el Departamento del Tesoro estadounidense en 2022 por presuntos vínculos con la Guardia Revolucionaria iraní y Hezbolá.
Maduro afirmó que el buque transportaba 1,9 millones de barriles de crudo venezolano, aunque MarineTraffic registró 1,1 millones. Solo con esta operación, Caracas perdió entre 50 y 100 millones de dólares, según diversas estimaciones, señala un reporte de AFP.
Ante el embargo petrolero recrudecido en 2025, Venezuela recurre a los llamados «buques fantasma». Estos navíos evaden las restricciones con tácticas como usar banderas falsas, esconder su señal de radares y programar rutas ficticias.
Descuentos y dependencia de criptomonedas
Los compradores de crudo venezolano se exponen a las sanciones estadounidenses, lo que obliga a Venezuela a vender con descuentos de hasta el 20% por debajo del precio de mercado.
Se estima que China compra el 80% de la producción venezolana a través de Malasia. Para evadir las sanciones, Venezuela efectúa los pagos en criptomonedas estables, principalmente USDT.
Economistas proyectan que, para el cierre de 2025, estas transacciones representarán más del 80% del mercado cambiario. La escasez de divisas ha creado una brecha entre el dólar oficial y el paralelo, generando el temor de un repunte inflacionario.
A pesar de que el país posee las mayores reservas del mundo (303.221 millones de barriles), la producción se mantiene limitada. Aunque subió a más de 1.000.000 bpd en 2025, analistas coinciden en que será difícil un crecimiento mayor a corto plazo debido a las sanciones que impiden las grandes inversiones requeridas.













