El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que su país está recibiendo un «apoyo abrumador» del Consejo de Seguridad de la ONU, que celebró este martes una reunión de emergencia solicitada por Caracas ante las crecientes presiones de Estados Unidos, que mantiene un despliegue militar cerca de la nación suramericana y ha confiscado dos con crudo venezolano.
«El Consejo de Seguridad está dándonos un apoyo abrumador a Venezuela y el derecho a la libre navegabilidad, al libre comercio», expresó el líder del chavismo durante un recorrido por una feria navideña en Caracas, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Maduro tachó nuevamente de «piratería» las confiscaciones de buques por parte de EE.UU. y aseveró que «nadie podrá derrotar» a su país.
Por su parte, el canciller venezolano, Yván Gil, dijo en Telegram que su país «ha obtenido una gran victoria» en la ONU, donde, según el funcionario, fueron desmontadas «todas las mentiras del Gobierno de Estados Unidos».
A su juicio, también «quedó demostrado que ningún país del mundo, ni siquiera los aliados históricos de Estados Unidos, avala el uso ni la amenaza del uso de la fuerza» para «alguna nación libre y soberana bajo el falso pretexto del combate al narcotráfico».
«Quedó en evidencia que la amenaza o el uso de la fuerza contra Venezuela, en violación de la zona de paz de América Latina y el Caribe, responde a una lógica colonial, impulsada desde Washington bajo la doctrina Monroe. Asimismo, fue condenada la piratería en alto mar utilizada para apropiarse de los recursos petroleros de Venezuela, que pertenecen irrenunciablemente a su pueblo», agregó Gil.
El representante permanente de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, afirmó más temprano que EE.UU. Quiere imponer una colonia al bloquear a los petroleros sancionados que entran y salen de la nación suramericana.
Según Moncada, este bloqueo, anunciado la semana pasada por el presidente estadounidense, Donald Trump, supone «un crimen de agresión con el que el mandatario pretende regresar el reloj de la historia 200 años para imponer una colonia en Venezuela».
Además, describió las acciones de EE.UU. como «una guerra de saqueo y expolio» de petróleo que constituye un ataque a todo el sistema de las relaciones internacionales y al sur global, «considerado inferior por el actual Gobierno estadounidense».
Momentos antes de su intervención, el embajador de EE.UU. Ante la ONU, Mike Waltz, tomó la palabra y aseguró que su país seguirá imponiendo a Venezuela sanciones «al máximo» con el fin de «privar» a Maduro de «financiero» al denominado Cartel de los Soles, descrito por Washington como una organización terrorista vinculada al narcotráfico, pero que Caracas considera como un invento.
Según Waltz, los petroleros sancionados operan como «el principal salvavidas económico de Maduro y su régimen ilegítimo».
Durante la sesión, países como Colombia condenaron «el uso de la fuerza» y las «medidas coercitivas unilaterales» aplicadas por EE.UU. en el Caribe, que «erosionan el Estado de derecho y no deben ser un sustituto del diálogo».
Por su parte, el representante ruso, Vasily Nebenzya, calificó el bloqueo estadounidense a petroleros como «ilegal» y aseguró que «esta intervención en curso puede convertirse en un modelo para futuros actos de fuerza contra países latinoamericanos». EFE











