En su primera aparición pública después de haberse quedado sin partido político, Evo Morales estuvo en su programa de radio rodeado de dirigentes cocaleros y los senadores Andrónico Rodríguez y Leonardo Loza, que pidieron “unidad” entorno al liderazgo del ex presidente quien afirmó “sindicalmente no vamos a rendirnos ni vamos a vendernos”.
El exmandatario boliviano confirmó este domingo la reunión del próximo 22 de noviembre en la que junto a sus seguidores y sectores afines definirá las acciones que empleará ante el fallo constitucional que lo alejó de la presidencia del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
Para el viernes, el cocalero ha convocado a líderes de sectores sociales y ex autoridades para definir las acciones que van a seguir. “Somos conscientes de los intentos de fragmentar al movimiento campesino indígena y popular, pero, desde el Trópico de Cochabamba, buscamos constituirnos en ejemplo de unidad y resistencia”, escribió Morales en sus redes sociales.
En el Gobierno «quieren hacer parecer que estamos arrinconados, que estamos derrotados, (pero) estamos más fuertes (…), el día viernes vamos a decidir el futuro del país», reafirmó.
Asimismo, en la red social X, el exjefe de Estado acusó al presidente, Luis Arce, de cumplir «el plan del Imperio contra Bolivia» y que con el apoyo de «toda la derecha, y utilizando al Estado y sus funcionarios, está intentado descuartizar al movimiento indígena y popular» del país.
El pasado jueves, una sala del Tribunal Constitucional de Bolivia le quitó la jefatura del Movimiento al Socialismo (MAS) y ha reconocido en su lugar a Grover García, un dirigente aliado de Luis Arce, que había sido proclamado por una facción del partido en un acto observado por el incumplimiento de los requisitos establecidos.
Esta resolución judicial cierra una de las disputas sobre las que se sostenía la pelea entre Morales y su antiguo delfín, ambospugnaban el control del partido y la candidatura presidencial para 2025.