Familiares del exgobernador del estado Nueva Esparta Alfredo Díaz denunciaron su detención arbitraria por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), la mañana de este domingo 24 de noviembre.
La esposa de Díaz, Leynys Malavé informó que fue detenido en un comando de la Guardia Nacional en el estado Portuguesa, cuando viajaba por carretera.
“Hoy a las nueve de la mañana me escribió informándome que había sido detenido en el estado Portuguesa por el Sebin. Fue la última vez que tuve contacto con él», explicó Malavé en un live en su cuenta de Instagram
Por su parte, Daliannys Díaz, una de las hijas del exgobernador, informó que la última comunicación con el dirigente político fue a las 8:30 a.m. cuando les informó que estaba detenido en un comando de la GN, en espera de ser «entrevistado» por una comisión del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
«No hemos sabido nada de mi papá (…) Queremos saber dónde está mi padre. Mi familia, mis hermanas, todos sus hijos estamos preocupados porque no sabemos nada de él», señaló la hija del exgobernador.
A las 9:00 de la mañana, el exgobernador le dijo a su esposa que seguía en la espera de ser «entrevistado» por el Sebin. «En un gobierno donde uno no puede levantar la voz, decir las cosas por su nombre, lo que está mal, no se puede».
Hizo un llamado a la comunidad internacional para que fije su mirada sobre la situación. Quiero hacer un llamado a todas las organizaciones que luchan en pro de los derechos humanos, no solamente nacional, sino internacional, a todas esas organizaciones que se encargan de ser portavoz y hablar por los que no tienen voz, que hoy los cuerpos policiales por no decir represivos, se llevaron presos al gobernador del estado Nueva Esparta, ya han pasado muchas horas y no sé de él», señaló.
«Ya han pasado muchas horas y no sé de él. Me dijo ‘solo voy a una entrevista porque soy un hombre honorable, no le he hecho nada a nadie, solo denunciar las atrocidades, solo denunciar esas cosas malas que todos sabemos’. No en vano estamos siete, ocho millones de venezolanos regados por el mundo», enfatizó.
También aseveró que «el régimen solamente nos da cuatro opciones: la clandestinidad, la cárcel, la muerte o el exilio. Él se quedó, él tuvo la oportunidad de quedarse conmigo y se devolvió y me dijo ‘yo no quiero esposa sin patria’. Se devolvió a luchar por su gente».