Curazao está adoptando estrategias para enfrentar una potencial ola migratoria desde Venezuela, generada por el endurecimiento de las sanciones internacionales contra el régimen de Nicolás Maduro.
Según el Banco Central de Curazao y Sint Maarten, esta situación podría intensificarse debido a las difíciles condiciones socioeconómicas en Venezuela, agravadas tras las elecciones presidenciales no reconocidas por países como Estados Unidos y miembros de la Unión Europea.
“La posible expansión de las sanciones sobre Venezuela, tras la elección presidencial, podría sofocar las perspectivas de crecimiento (económico) y, por lo tanto, llevar a una creciente intranquilidad social y otra ola de migración desde Venezuela”, indica el Banco Central, presidido por Richard Doornbosch.
En Curazao, donde residen más de 17,000 venezolanos, aproximadamente 13,724 se encuentran en condiciones de vulnerabilidad, según datos de la plataforma R4V, lo que subraya la necesidad de asistencia humanitaria y apoyo internacional.
La disminución de los intercambios económicos entre Venezuela y Curazao, una relación históricamente cercana, también es señalada en el informe. Factores como las tensiones políticas y la pandemia de COVID-19 han reducido estas interacciones a niveles mínimos, afectando no solo a Curazao, sino también a otras islas del Caribe Neerlandés como Aruba y Bonaire, que enfrentan problemas similares.
En octubre, el banco alertó sobre un escenario en el que se incrementarían las sanciones internacionales contra el gobierno de Nicolás Maduro, cuya reelección no ha sido reconocida por Estados Unidos, la Unión Europea y países latinoamericanos.