La nueva escalada entre Israel y el grupo chiita Hezbolá tiene graves consecuencias para los niños del Líbano, que viven bajo constantes ataques aéreos israelíes y están sufriendo daños físicos y mentales, advirtió Adele Khodr, directora regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Según los datos del Ministerio de Salud Pública del Líbano, en los últimos once días, más de 100 niños murieron en los bombardeos israelíes. Al mismo tiempo, más de 690 niños resultaron heridos en el último mes, marcando un dramático aumento en el número de menores lesionados. Entre las heridas más comunes figuran conmociones cerebrales y lesiones cerebrales traumáticas por el impacto de las explosiones, heridas de metralla y lesiones en las extremidades, así como pérdidas de audición causadas por las explosiones.
«Este desastroso conflicto se está cobrando un precio tremendo entre los niños«, denunció Khodr, agregando que los médicos libaneses «cuentan que tratan a niños ensangrentados, magullados y fracturados, que sufren tanto físicamente como mentalmente». «Muchos sufren ansiedad, recuerdos y pesadillas relacionadas con las explosiones. Ningún niño debería verse sometido a situaciones tan horribles», lamentó.
Además, Khodr enfatizó que las estadísticas de niños libaneses muertos y heridos «no son meros números», sino que tratan de «niños inocentes, que tenían sueños y un futuro como cualquier otro«. Al mismo tiempo, más de 400.000 menores fueron desplazados de sus hogares, lo que aumenta la preocupación de la UNICEF por las consecuencias del conflicto a largo plazo.
El organismo de la ONU ya suministró 100 toneladas de material médico de emergencia al Líbano, cuyo sistema sanitario se enfrenta a graves dificultades debido al aumento del número de pacientes y los daños a las instalaciones médicas causadas por los ataques israelíes. En su comunicado, la UNICEF también destaca que está apoyando los servicios médicos en 50 refugios alrededor del país.