Un paro convocado por el gremio de transportistas, al que se han sumado otros sectores como el de comerciantes, paralizó Lima por tercera vez en menos de 30 días para protestar por el aumento de la delincuencia, especialmente la extorsión.
«Basta de corrupción, basta de sicariato, basta de extorsión. Cada 25 minutos están extorsionando a un peruano. No es posible», dijo a EFE Yolanda Apaza, empresaria textil.
La protesta partió de varios distritos de la ciudad con el objetivo común de llegar al Congreso y al Palacio de Gobierno, donde quieren hacer escuchar sus reclamos.
Entre sus demandas, citaron nuevas normas para controlar la delincuencia y la dimisión del ministro del Interior, Juan José Santivañez.
Comerciantes del emporio textil de Gamarra, en el distrito de La Victoria, también suspendieron sus actividades para protestar por la ola de extorsión que sufren.
«Ya Gamarra levanta la bandera y decimos basta ya, carajo, es suficiente. Tenemos unos documentos acá con los gremios de Gamarra, estamos pidiendo que la presidenta se ponga en conocimiento de lo que estamos haciendo. Queremos cambio del Congreso, esa ley que sacaron», agregó Apaza sobre una ley contra el crimen organizado, considerada por expertos como una norma que favorece a la delincuencia.
Por su parte, el comerciante Guillermo Arias comentó a EFE que pide al Gobierno «poner en orden las leyes» para que el pueblo viva tranquilo porque en Lima «hay demasiada extorsión».
«Estamos llevando pacíficamente esta marcha y llevamos el reclamo que nosotros sinceramente sentimos en nuestro Perú entero se siente que hay bastante delincuencia, muchas extorsiones y queremos en paz vivir en el Perú entero», indicó.
La Panamericana Norte, una de las principales arterias de Lima, luce con una bandera gigante peruana que portan cientos de personas se reunieron con pancartas como «No más derrame de sangre» y «No más extorsión».
El tráfico se redujo significativamente por la ausencia de transporte público informal y la suspensión de clases de colegios y universidades.
La Policía Nacional ha desplegado a 13.000 agentes para resguardar distintos puntos en la capital, y, de la misma forma, hay uniformados de las Fuerzas Armadas apoyando en la seguridad en los distritos declarados en emergencia en septiembre último.
Aunque el paro fue convocado por algunos gremios de transportistas, en los últimos días se han sumado otros como comerciantes, estudiantes o maestros.
En otros puntos del país, como Piura, Huacho y Huancayo, también hubo pequeñas manifestaciones con las mismas exigencias, aunque ninguna fue especialmente numerosa.EFE