La Fiscalía Nacional Antiterrorista de Francia (PNAT) anunció la emisión de una segunda orden de arresto internacional contra Bashar al Assad, dictador sirio depuesto el pasado diciembre y exiliado en Moscú, por los crímenes cometidos durante su mandato.
El ministro galo de Asuntos Exteriores, Jean-Noel Barrot, señaló que “crímenes” como los que se habrían cometido en la prisión de Sednaya “no deben quedar impunes” y por ello “Francia está y seguirá estando movilizada para garantizar que se haga justicia con los sirios”.
La primera orden de detención contra Al Asad fue validada por la Justicia francesa en junio de 2024, cuando aún era presidente sirio, por su responsabilidad en varios ataques con armas químicas en 2013.
Fuentes de la Fiscalía confirmaron a EFE que los cargos que se le imputan para esta segunda orden de detención son dos de «complicidad en crimen de guerra» por «lanzamiento de ataques deliberados contra civiles y asesinato».
Las mismas fuentes explicaron que la emisión de este mandato surge por la apertura de «una información judicial» contra el antiguo dictador por la muerte en Siria de Salah Abou Nabour el 7 de junio de 2017.
Este hombre murió tras el bombardeo de su domicilio en Deraa por parte de helicópteros del Ejército sirio.
Para la Justicia francesa, Al Assad fue responsable por ser en aquella época el máximo responsable de las fuerzas armadas de su país.
La prisión de Sednaya, ubicada cerca de Damasco, es considerada uno de los principales centros de detención y torturas durante la dictadura de Bashar al Assad. De acuerdo con Naciones Unidas, estas instalaciones son “tristemente célebres” por las “crueldades” que se cometieron entre sus muros.
Las fuerzas rebeldes de Siria, encabezadas por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y sus facciones aliadas anunciaron la conquista de la capital Damasco a principios de diciembre del año pasado, tras una ofensiva relámpago que se prolongó cerca de una semana, suficiente para la caída de Al Assad, en el poder los últimos 24 años.