La capital de la República Democrática del Congo (RDC), Kinshasa, enfrenta una jornada de caos este martes 28 de enero, con protestas contra el conflicto armado que afecta al país que derivaron en ataques a las embajadas de Estados Unidos, Bélgica y Francia.
Además, al menos 17 personas han muerto y más de 360 han resultado heridas en los recientes enfrentamientos en la ciudad de Goma.
Los manifestantes exigieron que estos gobiernos condenen a Ruanda, al que acusan de estar involucrados en el conflicto, uno de los más prolongados y devastadores de África, alimentado por tensiones étnicas.
Las protestas se tornaron violentas cuando los participantes, armados con piedras y troncos, incendiaron las entradas de las sedes diplomáticas. Denunciaron la “inacción” de la comunidad internacional frente a los enfrentamientos entre el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) y el Ejército congoleño.
En respuesta, las fuerzas de seguridad se enfrentaron a los manifestantes, quienes levantaron barricadas improvisadas con neumáticos y madera en llamas para bloquear el paso. El Gobierno condenó los actos como vandalismo, lamentando que una manifestación pacífica contra la violencia degenerara en nuevos episodios de confrontación.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de la RDC emitió un comunicado disculpándose ante las misiones internacionales cuyas embajadas fueron dañadas, y anunció un refuerzo de las medidas de seguridad para proteger las instalaciones diplomáticas. Sin embargo, las autoridades también señalan que este tipo de enfrentamientos solo agrava la crisis del país, intensificada por las acciones del M23 y el apoyo que atribuyen a Ruanda.
Mientras tanto, en la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte y epicentro del conflicto, el panorama es de desolación. Los hospitales están colapsados debido al alto número de heridos, mientras cientos de millas de personas huyen de los bombardeos y disparos. Según la ONU, las calles de Goma están llenas de cadáveres tras los enfrentamientos armados.
El Ejército congoleño ha desplegado tropas para intentar frenar el avance del M23, que recientemente tomó el control de Goma. Este grupo armado, compuesto por cerca de 100 filas, disputa el control de Kivu del Norte, una región estratégica rica en minerales.
Estos incidentes continúan en el contexto de las hostilidades entre el Movimiento 23 de Marzo (M23), respaldado por fuerzas de Ruanda, y el Ejército congoleño. La información fue reportada por el canal NewsX, que citó datos de hospitales locales.
Desde el 26 de enero, los rebeldes del M23 y fuerzas militares ruandesas invadieron suburbios de Goma y anunciaron el cierre del espacio aéreo sobre la ciudad. El M23 ha estado involucrado en la lucha por los intereses de la minoría étnica tutsi en la región.
Este movimiento había sido disuelto en noviembre de 2013 tras una derrota militar significativa, pero en noviembre de 2021, volvió a tomar las armas, acusando al gobierno de la RDC de no cumplir con los acuerdos que permitían la reintegración de sus combatientes desarmados en el Ejército.
En 2023, la RDC acusó a Ruanda de apoyar al M23, mientras que Kigali ha negado cualquier conexión con el grupo armado.
A pesar de los intentos de las dos partes por reducir las tensiones, incluyendo una hoja de ruta que pedía un cese inmediato de las hostilidades, los combatientes del M23 rechazaron cumplir con dicho acuerdo, lo que ha llevado a una escalada adicional de la violencia y el conflicto en la región.