El caso del asesinato del teniente venezolano Ronald Ojeda, secuestrado y asesinado en la comuna de Independencia escaló la crisis diplomática entre Venezuela y Chile, con las graves acusaciones que salpican al número dos del chavismo, Diosdado Cabello.
Pero aún más, de comprobarse las sospechas de la Fiscalía Nacional, se revela la enorme organización criminal que, comandada desde Caracas, extiende su amenaza por varios países donde los presos políticos y disidentes han debido refugiarse huyendo de la dictadura.
Mientras que la justicia chilena pone el ojo en Diosdado Cabello y sus nexo con la red delictiva “Los Piratas de Aragua”, sale a la luz otro nombre, el Alexander Granko Arteaga quien ha sido tildado como “el carnicero de Maduro”.
El coronel activo y actual jefe de la Dirección de Acciones Especiales (DAE) de la DGCIM fue precisamente condecorado por el chavismo, pese al rechazo de la oposición venezolana que ha denunciado su participación en la tortura, tratos crueles y violación de Derechos Humanos de detenidos políticos en Venezuela.
De acuerdo con la activista ahora en el exilio, “Las indagatorias señalan que Granko habría sido el hombre armado que sometió al exteniente venezolano, lo subió a un vehículo y facilitó su posterior asesinato”.
Un historial sangriento
Alexander Granko Arteaga nació un 25 de marzo de 1981. En Wikipedia se destacan algunos datos de sus inicios como oficial militar, desde ingreso en la Academia Militar de la Guardia Nacional Bolivariana en 1998 y su egreso como licenciado en ciencias y artes militares en 2003.
Fue parte de la Guardia de Honor Presidencial de Hugo Chávez, y durante tres años formó parte del tercer anillo de seguridad. A su petición, fue oficial de seguridad de una de las hijas del exmandatario.
Granko dirigió la operación en la que resultó muerto el piloto opositor Óscar Pérez junto con al menos otras seis personas, un suceso que fue tildado como “la masacre de El Junquito”.