Nicolás Maduro propuso una reforma constitucional con el argumento de que «ha llegado la hora de perfeccionar nuestra Constitución». El mandatario nacional entregó un borrador a la Asamblea Nacional electa en 2020, que abarca 80 artículos, aunque hasta el momento no se ha revelado el contenido del documento.
Especialistas en derecho constitucional han expresado su preocupación ante la posibilidad de que la reforma exceda los límites establecidos en la actual Carta Magna. Alejandro González, secretario ejecutivo del Bloque Constitucional de Venezuela, advirtió a TalCual que «una reforma está limitada a una revisión parcial del texto constitucional, sin alterar su estructura ni principios fundamentales». Para González, las modificaciones propuestas podrían dar paso a una nueva Constitución, lo que excedería el alcance de una simple reforma.
La propuesta de Maduro ha generado críticas en el sector opositor. Andrés Caleca, del Movimiento por Venezuela, calificó la iniciativa como un intento de «desmontar todo atisbo democrático que contiene la Constitución de 1999 para implantar un régimen autoritario». En tal sentido, afirmó que «el gobierno pasó todas las líneas rojas tras el fraude en las elecciones del 28 de julio».
Por su parte, Ricardo Combellas, exconstituyentista de 1999, señaló que «Venezuela no necesita una reforma. Tenemos una buena Constitución que fue fruto de un amplio debate y consulta». Según Combellas, la actual propuesta podría afectar la estructura de la Carta Magna al incorporar el poder comunal como base de la organización del Estado.
El documento de reforma será presentado en un plazo de 90 días y estará en manos de una comisión integrada por altos funcionarios del gobierno, entre ellos el fiscal general Tarek William Saab, la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso. Según la Constitución vigente, una reforma aprobada por la Asamblea Nacional deberá someterse a referendo dentro de los 30 días siguientes a su sanción.