Alrededor de 1,2 millones de sirios han retornado a sus lugares de origen desde la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre, y otro millón de desplazados internos en el noroeste del país ha expresado su intención de hacerlo en los próximos 12 meses, indicó la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Unos 600.000 de ese millón de desplazados han mostrado su voluntad de regresar en los próximos seis meses, detalló la portavoz de ACNUR Céline Schmitt en una rueda de prensa telemática desde Damasco para los periodistas acreditados ante la ONU en Ginebra.
Agregó que de los 1,2 millones de retornados desde la caída del anterior régimen, 300.000 eran refugiados en otros países y unos 900.000 desplazados internos dentro del territorio sirio.
ACNUR ha solicitado a la comunidad internacional 170 millones de dólares para ayudar a refugiados, desplazados y retornados en Siria, aunque hasta el momento sólo ha recaudado un 10 % de esa cantidad.
El noroeste de Siria, uno de los principales frentes en los casi 14 años de conflicto civil sufridos por el país, acoge todavía a unos 3,4 millones de desplazados, entre ellos 1,95 millones en campos de refugiados en las provincias de Alepo e Idlib.
Muchos de los que han expresado su interés en regresar provienen de zonas no muy alejadas de sus actuales asentamientos pero en su día situadas en el frente.
La población en algunas de esas zonas podría pasar, si se confirman los retornos, de unos pocos cientos de habitantes a más de 100.000, alertó Schmitt.
Agregó que muchos desplazados siguen reticentes a regresar por falta de ayuda humanitaria, de oportunidades de trabajo, o incluso por miedo a su seguridad por la presencia en las zonas de minas antipersona y otras armas sin explosionar.
En muchas de las zonas de potencial retorno, añadió la portavoz, hasta el 80 % de las viviendas han sufrido graves daños o han quedado destruidas.
EFE