El gobierno de Ucrania anunció este viernes que el Reino Unido ha transferido activos rusos congelados por un valor de 752 millones de libras esterlinas (aproximadamente 970 millones de dólares) en el marco de la iniciativa del G7.
El primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, confirmó la operación a través de su cuenta de Telegram y destacó que los fondos serán utilizados para fortalecer las capacidades de defensa del país. Shmigal también manifestó su confianza en que más activos rusos retenidos en el extranjero sean confiscados y transferidos en beneficio de Ucrania.
Esta es la primera transferencia de bienes rusos retenidos en territorio británico desde el inicio de la guerra. Se produce un día después de que Bélgica expresara su preocupación sobre los riesgos económicos y legales de confiscar y redistribuir estos fondos, argumentando que esta medida podría generar complicaciones en el sistema financiero internacional.
A pesar de las dudas de Bélgica, cada vez más países de la Unión Europea han mostrado su apoyo a la iniciativa, alineándose con las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
Por su parte, el gobierno ruso condenó la decisión británica, calificándola como una “grave violación del Derecho Internacional”. Moscú advirtió que Londres deberá rendir cuentas y devolver lo que ahora “está repartiendo tan alegremente”.