El fiscal general del régimen de Nicolás Maduro, Tarek William Saab, informó el jueves que los dirigentes opositores Henry Alviarez y Dignora Hernández fueron acusados formalmente por los presuntos delitos de conspiración, legitimación de capitales y asociación, a un año de haber sido detenidos.
Según Saab, ambos dirigentes de Vente Venezuela estarían vinculados a una operación denominada «Gran Alianza Territorial», que buscaba generar acciones violentas en el país. De acuerdo con el comunicado, esta presunta operación tenía como propósito coordinar «acciones de calle para subvertir el orden establecido», así como ingresar por la frontera de Cúcuta a «grupos terroristas» con el objetivo de atentar contra Nicolás Maduro y altos funcionarios del chavismo.
“Se estableció la responsabilidad logística y operacional de los ciudadanos Henry Alviarez y Dignora Hernández, quienes suministraban a dichos grupos terroristas, recursos para intentar ataques simultáneos a instalaciones militares y acciones callejeras generando desestabilización en el país para lograr la habilitación de su jefa, María Corina Machado”, se lee en el texto.
Saab sostuvo que el Ministerio Público recabó pruebas que, según él, demuestran la implicación de los dirigentes, “incluyendo delaciones de sus cómplices que narran las circunstancias de tiempo, modo y lugar” en las que presuntamente iban a realizar “esa fallida operación criminal”.
El Ministerio Público también reiteró que en este supuesto plan estarían involucrados los opositores asilados en la embajada de Argentina en Caracas: Magallí Meda, Pedro Urruchurtu, Humberto Villalobos y Omar González. Según el fiscal, estos habrían huido “cobardemente” a la sede diplomática tras enterarse de la detención de Alviarez y Hernández.