El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu insistió nuevamente el sábado que Israel “no tiene otra opción” que continuar luchando en Gaza y no terminará la guerra antes de destruir a Hamás, liberar a los rehenes y asegurar que el territorio no represente una amenaza para Israel.
El primer ministro también repitió su promesa de asegurarse de que Irán nunca obtenga un arma nuclear.
Netanyahu está bajo creciente presión no solo de las familias de los rehenes y sus simpatizantes, sino también de soldados israelíes reservistas y retirados que cuestionan la continuación de la guerra después de que Israel rompió un cese al fuego el mes pasado. En su declaración, afirmó que Hamás ha rechazado la última propuesta de Israel para liberar a la mitad de los rehenes a cambio de un cese al fuego continuo.
El primer ministro habló después de que ataques israelíes mataran a más de 90 personas en 48 horas, informó el sábado el Ministerio de Salud de Gaza. Las tropas israelíes han intensificado sus ataques para presionar a Hamás para que libere a los rehenes y se desarme.
Entre los 15 muertos durante la noche había mujeres y menores, según personal hospitalario.
Al menos 11 personas perdieron la vida en la ciudad sureña de Jan Yunis, varias de ellas en una tienda de campaña en la zona de Mwasi, donde viven cientos de miles de desplazados, según un trabajador hospitalario. Israel ha designado el lugar como zona humanitaria.
Los dolientes acunaron y besaron los rostros de los muertos. Un hombre acarició la frente de un niño con su dedo antes de que se cerraran las bolsas para cadáveres.
“Omar se ha ido… Ojalá hubiera sido yo”, gritó el hermano de una de las víctimas.
Otras cuatro personas murieron en ataques en la ciudad de Rafah, incluyendo una madre y su hija, según el Hospital Europeo, a donde fueron llevados los cuerpos.
Más tarde, el sábado, un ataque aéreo israelí sobre un grupo de civiles al oeste de Nuseirat en el centro de Gaza mató a una persona, según el Hospital Al-Awda.
El ejército israelí, en un comunicado, apuntó que mató a más de 40 militantes durante el fin de semana . Por separado, informó que un soldado murió el sábado en el norte de Gaza y confirmó que fue la primera muerte de un soldado desde que Israel reanudó la guerra el 18 de marzo.
Israel ha prometido intensificar los ataques en toda Gaza y ocupar indefinidamente grandes “zonas de seguridad” dentro del pequeño enclave costero de más de 2 millones de habitantes. Hamás quiere que las fuerzas israelíes se retiren del territori .
Desde hace seis semanas, Israel bloquea la entrada de alimentos y otros bienes en la Franja.
Esta semana, grupos humanitarios han hecho sonar la alarma al afirmar que miles de niños están desnutridos y que la mayoría de la población toma solo una comida al día a medida que disminuyen las reservas, de acuerdo con Naciones Unidas.
El viernes, la doctora Hanan Balkhy, jefa de la oficina de la Organización Mundial de la Salud para el Mediterráneo oriental, instó al nuevo embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, a presionar al país para que levante el bloqueo al enclave y permita la entrada de medicamentos y otras ayudas.
“Quisiera que pudiera entrar y ver la situación de primera mano”, señaló.
La guerra comenzó cuando insurgentes encabezados por Hamás atacaron el sur de Israel el 7 de octubre de 2023 y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a 251 más como rehenes. La mayoría de los rehenes han sido liberados desde entonces en acuerdos de alto al fuego u otros tratos. Hamás actualmente retiene a 59 rehenes, 24 de ellos se cree que están vivos.
Israel respondió con una ofensiva que se ha cobrado la vida de más de 51.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes.
La guerra ha destruido amplias zonas del territorio y la mayoría de su capacidad de producción de alimentos, además de desplazar alrededor del 90% de la población. Cientos de miles de personas viven en carpas en campamentos y en edificios bombardeados.
Si La frustración ha ido en aumento en ambos lados, con raras protestas públicas contra Hamás en Gaza y continuas manifestaciones semanales en Israel presionando al gobierno para llegar a un acuerdo que traiga a todos los rehenes a casa.