Elon Musk, empresario tecnológico y director ejecutivo de Tesla, aseguró el domingo que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que él mismo creó y dirigió durante 130 días en la administración de Donald Trump, se convirtió en un “chivo expiatorio” dentro del gobierno federal.
“Lo que empezó a pasar fue un poco injusto, porque DOGE se volvió el blanco de todas las críticas. Si había algún recorte, real o imaginario, todos culpaban a DOGE”, declaró Musk en una entrevista con la cadena CBS News.
Musk dejó oficialmente su puesto el pasado viernes, durante un acto en la Casa Blanca en el que el presidente Trump lo elogió por su labor. Durante su discurso de despedida, el magnate aseguró que, aunque deja el cargo, seguirá siendo “amigo y asesor del presidente”.
“Seguiré visitándolo y espero con ansias volver a esta increíble sala”, dijo desde el Despacho Oval, luciendo una gorra negra con la que disimulaba un moretón en el ojo, presuntamente producto de un “juego” con uno de sus hijos.
Recortes, despidos y demandas
Durante su breve gestión, el DOGE impulsó el desmantelamiento de varias agencias federales, lo que resultó en despidos masivos y la eliminación de programas públicos. Esta política generó una ola de controversias legales, incluyendo demandas por parte de empleados afectados y organizaciones civiles.
«El gobierno es simplemente el DMV que se volvió gigante», comentó Musk durante la conversación, en la que también admitió que Tesla perdió el 71% de sus ganancias y que su fortuna personal se redujo en 100 mil millones de dólares durante su paso por el cargo.
La tensión llegó al clímax cuando, al criticar el proyecto de ley de gasto que aumenta el déficit en 3,8 billones de dólares, sus declaraciones se viralizaron y llegaron a la Casa Blanca. En menos de 24 horas, Musk anunció el fin de su participación en DOGE, contradiciendo afirmaciones anteriores en las que aseguraba que seguiría colaborando de forma parcial.
Aunque reiteró su respaldo general a la administración de Trump, Musk admitió tener “diferencias de opinión” con algunas políticas.
“Estoy en una situación incómoda. No quiero hablar en contra del gobierno, pero tampoco puedo hacerme responsable de todo lo que hace”, comentó.
Musk asegura que concentrará sus esfuerzos en sus compañías: Tesla, SpaceX, Starlink, Neuralink, xAI, Optimus, X (antes Twitter) y The Boring Company.
Pese a su salida del DOGE, Musk seguirá influyendo en la política federal como asesor informal del presidente y figura clave dentro del círculo cercano a Trump.