El jefe de la diplomacia iraní destacó este lunes que llegó a Moscú con el plan de realizar consultas de «gran importancia» y reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin, tras los ataques estadounidenses a instalaciones nucleares de la República Islámica.
«En esta nueva situación peligrosa (…), nuestras consultas con Rusia ciertamente pueden ser de gran importancia», declaró desde Moscú a la televisión iraní Abás Araqchi, citado por las agencias de prensa rusas.
Araqchi, quien había anunciado desde Estambul que viajaría a la capital rusa para encontrarse el lunes con el presidente ruso, «llegó a Moscú para consultas con el presidente (ruso) y otros funcionarios oficiales» la noche del domingo, según la agencia oficial iraní Irna.
Estas discusiones tratarán sobre «la situación regional e internacional tras la agresión militar de Estados Unidos y el régimen sionista contra Irán», según la misma fuente.
Rusia condenó firmemente el domingo los ataques estadounidenses contra instalaciones nucleares en Irán, país aliado de Moscú, denunciando bombardeos «irresponsables» contra su principal aliado en Oriente Medio.
Desde el 13 de junio, el primer día de los ataques israelíes contra Irán, Vladimir Putin se declaró «listo» para «jugar un papel de mediador con el fin de evitar una nueva escalada de tensiones», según dijo el Kremlin.
Pero su propuesta fue recibida con cautela por la Unión Europea, ya que Bruselas consideró que Rusia no podía «ser un mediador objetivo».
El viernes pasado, Putin buscó moderar por sí mismo su propuesta de ser mediador en el conflicto entre Irán e Israel, asegurando que solo ofrecía «ideas» para la resolución.
Si bien Rusia ha mantenido históricamente buenas relaciones con Israel, estos vínculos se han visto afectados desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania y la guerra que lleva a cabo Israel en Gaza.
Por otro lado, Moscú se ha acercado considerablemente a Teherán en los últimos años. Ambos países firmaron en enero un tratado de asociación estratégica destinado a fortalecer sus relaciones, especialmente en el ámbito militar, aunque este no incluye un pacto de defensa mutua.