El presidente de Guyana, Irfaan Ali, afirmó el martes que su gobierno ha «intensificado sus esfuerzos diplomáticos para mantener informados a sus aliados internacionales sobre las amenazas que representa Venezuela a la soberanía y la integridad territorial» de su país.
“Tenemos una amenaza con Venezuela. Ustedes saben que Venezuela ha amenazado la integridad territorial y la soberanía de Guyana”, declaró el mandatario a periodistas, según News Room.
“Contamos con la capacidad necesaria, junto a nuestros aliados, para mantenerlos informados y garantizar que, a nivel diplomático, nuestro mensaje y comunicación se mantengan firmes”, añadió.
Las declaraciones de Ali se producen tras un tuit del congresista estadounidense Carlos Giménez, quien expresó preocupación por la candidatura del empresario sancionado Azruddin Mohamed a las próximas elecciones en Guyana.
Giménez sugirió que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, podría estar «intentando socavar al país a través de la figura de Mohamed», a quien calificó como «cercano» al gobierno venezolano.
Ali subrayó que no puede haber ambigüedad sobre el carácter del empresario: “No estamos hablando de ningún santo; es un hombre peligroso para nuestra sociedad. Ha defraudado a nuestro Estado”, afirmó.
Azruddin Mohamed lidera actualmente el partido político Invertimos en la nación, y fue sancionado en junio de 2024 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, junto a su padre y varias de sus empresas, por presuntos delitos de fraude y lavado de dinero.
Tras el tuit del congresista Giménez, el equipo de Mohamed negó cualquier vínculo con el gobierno venezolano y rechazó ser etiquetado como “pro-Maduro”.
De acuerdo con información de Stabroek News, Mohamed defendió su postura como firme defensor de la soberanía guyanesa y acusó a sus detractores de tergiversar su figura.
Mohamed acusó al gobierno guyanés, liderado por el Partido Progresista del Pueblo (PPP), de utilizar recursos públicos para «financiar una campaña de desprestigio en su contra». Afirmó, el Ejecutivo contrató a una firma de lobby estadounidense con el objetivo de presentarlo falsamente como un «agente vinculado al gobierno de Nicolás Maduro».
ADVERTISEMENT
“Quiero ser absolutamente claro: rechazo la reclamación venezolana sobre el Esequibo”, expresó Mohamed, quien defendió su arraigo con el territorio en disputa al señalar que su padre nació en esa región. “Jamás traicionaría la tierra de mis raíces. He defendido firmemente la soberanía de Guyana, lo he hecho siempre y lo seguiré haciendo”, concluyó.
El presidente Ali, sin embargo, fue enfático al respaldar las alertas de sus aliados y reiteró que su gobierno «seguirá denunciando cualquier intento externo de desestabilización». “La correlación es clara. Estamos actuando con responsabilidad y transparencia para defender a Guyana”, concluyó.
Reclamo por el Esequibo
La disputa territorial entre ambos países por la región del Esequibo, de 160.000 kilómetros cuadrados, se ha intensificado en los últimos meses.
El pasado 25 de mayo, Venezuela celebró elecciones regionales y parlamentarias en las que, por primera vez, se eligió a un gobernador y a los diputados a la Asamblea Nacional (AN) del territorio del Esequibo.
El almirante Neil Villamizar, candidato por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), resultó electo como gobernador.
Durante un acto en Caracas, tras conocerse el primer boletín, Nicolás Maduro ofreció “todo el apoyo presupuestario” a Villamizar, con el objetivo de que “el pueblo del Esequibo tenga todos los derechos como pueblo de Venezuela”.
Los comicios se llevaron a cabo pese a que tanto la Comunidad del Caribe (Caricom) como la Corte Internacional de Justicia (CIJ) instaron a Venezuela a abstenerse de llevarlos a cabo. Sin embargo, el Gobierno venezolano ha reiterado que no reconoce la jurisdicción de la CIJ en este caso, por lo que “no acatará ninguna decisión que emane” de ese tribunal.
Caracas ha insistido en múltiples ocasiones en que Georgetown debe negociar bajo los términos del Acuerdo de Ginebra de 1966, firmado durante el gobierno de Raúl Leoni e impulsado por la gestión de Rómulo Betancourt.
La disputa se remonta al Laudo Arbitral de París de 1899, que otorgó la soberanía del Esequibo a la entonces colonia británica.
Venezuela declaró nulo ese fallo décadas después y firmó con el Reino Unido el Acuerdo de Ginebra en 1966, el cual preveía una comisión bilateral para resolver la controversia, sin resultados concretos.