Mariana González, hija del presidente electo de Venezuela Edmundo González Urrutia, denunció este lunes que se cumplen seis meses de la detención arbitraria y desaparición forzada de su esposo, Rafael Tudares Bracho, sin que su familia tenga noticias sobre su paradero o condición física.
En un mensaje difundido en redes sociales, González aseguró que desde la detención de su marido, ocurrida el 7 de enero de 2025, no ha podido verlo ni escuchar su voz, y denunció que las autoridades venezolanas no han ofrecido prueba alguna de su vida ni permitido el acceso de su familia o abogados.
“Son seis meses viviendo un duelo suspendido y una incertidumbre que no cesa. Seis meses sin una fe de vida y sin saber absolutamente nada sobre su existencia”, expresó.
González calificó como “totalmente falsas” las imputaciones hechas contra Tudares, incluyendo la supuesta vinculación con organismos de inteligencia estadounidenses, y aseguró que las autoridades del Estado “saben que todo es falso”.
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“Rafael Tuárez Bracho es inocente (…) Todo lo que están creando para mantener a Rafael en cautiverio y clandestinamente preso es falso”, afirmó.
Asimismo, denunció que tanto Rafael como su familia están siendo víctimas de violaciones sistemáticas a sus derechos humanos, incluidos el derecho al debido proceso, a la defensa, a la presunción de inocencia, al acceso a abogados de confianza y al contacto con su familia, en especial con sus hijos.
“Nos están violando nuestros derechos humanos, y sobre todo a nuestros hijos, que son los más afectados”, advirtió.
Mariana González llamó a rescatar el rol de la justicia como garante de derechos y no como instrumento de represión, y agradeció a quienes han acompañado su lucha durante estos meses.
“A todas aquellas personas que están pasando por una situación igual o similar a la nuestra, quiero que sepan que ustedes también están en mis oraciones”, concluyó.
Rafael Tuárez Bracho es uno de los más de 900 presos políticos registrados por organizaciones de derechos humanos actualmente en Venezuela.
