Este jueves se cumplen siete meses de la detención arbitraria del dirigente político, profesor universitario y defensor de derechos humanos Jesús Armas, sin que hasta ahora se le haya permitido contacto con sus familiares ni abogados de confianza.
Desde su detención, Jesús Armas ha estado en desaparición forzada, sin acceso a sus seres queridos ni a representación legal. Además ha sido víctima de torturas.
Organizaciones de derechos humanos han advertido que la detención de Armas forma parte de un patrón de persecución contra líderes sociales y defensores de derechos en Venezuela. En informes recientes, la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han condenado el uso del sistema judicial como herramienta de criminalización de la disidencia.
Jesús Armas fue detenido el pasado 10 de diciembre de 2024, y desde entonces permanece privado de libertad sin garantías de debido proceso.