El Gobierno de Gustavo Petro está aprovechando el COP16 para lavar la cara al régimen dictatorial de Nicolás Maduro. Con la excusa de asistir a la cumbre internacional de protección del clima y la naturaleza, que se celebra en Cali, ha permitido la visita del ministro de Asuntos Exteriores chavista. Esa es la opinión generalizada de la oposición colombiana, crítica con la presencia de Yvan Gil en la tercera ciudad más importante de Colombia.
«Tendremos una reunión bilateral donde abordaremos distintos asuntos de interés para ambos países», ha declarado el colombiano Luis Gilberto Murillo, titular de Exteriores, para explicar una presencia que está levantando ampollas.
Gil había hecho una manifestación similar sobre la cooperación de dos naciones vecinas cuando fue abordado por una nube de periodistas en un pasillo. Pero también le preguntaron sobre la posición de Colombia frente a las pasadas elecciones presidenciales de Venezuela. El jefe de la diplomacia de Miraflores, con una sonrisa, repitió sin tapujos la consigna oficial.
«A nosotros nos importa la posición de los venezolanos con respecto a Venezuela, que es la posición de avanzar y reelegir a Nicolás Maduro. Hoy se cumplen tres meses de esa fabulosa elección», dijo.
A continuación, quisieron saber qué piensa de las actas que ha presentado María Corina Machado. Y Gil insultó a la líder opositora con idéntico cinismo. «María Corina es la nada, el pueblo venezolano ya habló», aseveró sin dejar de sonreír. «El Consejo Nacional Electoral emitió su pronunciamiento, el Tribunal Supremo de Justicia evaluó el proceso, eso es página pasada».
Ante la insistencia de los informadores, cerró su breve intervención con un «ahora estamos enfocados en avanzar junto al pueblo. El único que puede reconocer las elecciones es el pueblo de Venezuela, que ya lo hizo».
Las reacciones no se hicieron esperar. Los opositores del Gobierno de Petro ya habían expresado su rechazo a la asistencia de un miembro de un régimen que cometió fraude electoral y es señalado por matar y encarcelar a voces críticas, así como de convertir Venezuela en santuario de las guerrillas colombianas. Pero sus palabras agitaron aún más el debate.
«Me parece que la visita del representante de Nicolás Maduro es totalmente inaceptable, es ayudar a lavar la cara de una dictadura, es una página oscura en la historia de la diplomacia de Colombia, una vergüenza. Y supone una afrenta a los colombianos y a nuestra diplomacia, que siempre ha defendido el valor de la democracia, recibir al delegado, pretendido canciller, de una dictadura que está usurpando la Presidencia. Sabemos que Maduro es un presidente ilegítimo, que tras la derrota del 28 de julio se aferra desesperadamente al poder», le dice a EL MUNDO la ex ministra de Exteriores y ex vicepresidenta Martha Lucía Ramírez. «Él y sus funcionarios son cómplices, por acción u omisión, de los crímenes de lesa humanidad que se están cometiendo en Venezuela y serán juzgarán por la Corte Penal Internacional”.
Cabe recordar que la semana pasada el ministro de Exteriores del Gobierno de Gustavo Petro, Luis Gilberto Murillo, adujo que siguen esperando que Maduro presente las actas de los comicios para fijar una posición respecto a las elecciones presidenciales del 28 de julio. Entretanto, la oposición colombiana ha reconocido a Edmundo González como el presidente electo.
Con información de El Mundo