El Parlamento de Ecuador votó este miércoles a favor de terminar con el Estatuto Migratorio entre la nación meridional y Venezuela que se firmó hace quince años, instrumento que regulaba un proceso simplificado para la obtención de visas y residencias de venezolanos en ese país.
La medida se aprobó gracias a los 86 votos del oficialiamo, del conservador Partido Social Cristiano (PSC) y de Pachakutik, el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
El pasado 11 marzo, el presidente Daniel Noboa solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana iniciar el proceso de denuncia del estatuto. Esto, debido a que según sustentó en un decreto ejecutivo, se registraban «suspensiones y recortes de varias fuentes de financiamiento para los programas que apoyan al Ecuador en materia migratoria».
La solicitud llegó a la Comisión de Relaciones Internacionales del Legislativo. Esta aprobó un informe favorable para avanzar en dicho proceso, según EFE.
Lucía Jaramillo, diputada del partido oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) y presidenta de la comisión, dijo que el instrumento «ya no cumple con su objetivo principal y representa una carga económica para los ecuatorianos».
Sin embargo, aclaró que la decisión no implica cerrar puertas a los migrantes venezolanos, sino garantizar el debido proceso en su regularización.
«Nadie pierde derechos, pero Ecuador recupera su control migratorio y protege la vida de sus ciudadanos», acotó la parlamentaria. Además, manifestó que la Corte Constitucional, en un dictamen del 10 de julio, concluyó que la denuncia del estatuto no supone una afectación al derecho a la movilidad, a razón de que está fundamentado en la Constitución.