Ryan Goodman, exasesor del Departamento de Defensa de Estados Unidos y especialista en operaciones antiterroristas, aseguró el domingo que los recientes bombardeos ordenados por el presidente Donald Trump en el Caribe «no tienen sustento legal, ni en el derecho interno estadounidense ni en las normas internacionales».
Goodman advirtió que la operación, que incluyó el despliegue de bombarderos B-2 en la región, podría constituir una «violación de la soberanía de los países afectados».
“Cuando pasamos de los mares altos a los ataques a tierra, significa atacar dentro de un país soberano”, explicó el exfuncionario en entrevista con CNN.
El analista sostuvo que para que una acción militar de ese tipo sea legítima, deben «cumplirse condiciones específicas: que sea una respuesta a un ataque armado, que sea necesaria y proporcional, y que cuente con la autorización del Congreso».
“Ninguna de esas condiciones se cumple en este caso”, afirmó.
Goodman recordó que la Ley de Poderes de Guerra establece límites temporales a las operaciones no autorizadas por el Congreso, los cuales —según precisó— habrían expirado durante la primera semana de noviembre.
Asimismo, subrayó que los bombardeos «podrían ser objeto de sanciones bajo las leyes comunes de homicidio, dado que, según informes preliminares, las víctimas serían civiles dedicados al contrabando».
El exasesor insistió en que la administración Trump “carece tanto de autoridad doméstica como internacional” para mantener estas acciones en curso.
Los ataques forman parte de una operación desplegada por el gobierno estadounidense en el Caribe desde septiembre, bajo el argumento de combatir redes de narcotráfico.
El presidente Trump y su secretario de Guerra, Pete Hegseth, han confirmado al menos seis ataques “cinéticos letales”, la mayoría en aguas cercanas a Venezuela.
En el más reciente operativo, ocurrido el 17 de octubre, Hegseth afirmó que tres “narcoterroristas” vinculados al grupo paramilitar colombiano, Ejército de Liberación Nacional (ELN), murieron a bordo del buque, mientras que el ataque anterior, ejecutado el 14 de octubre, dejó seis fallecidos.
Pese a que Washington sostiene que las acciones se realizaron en aguas internacionales y dirigidas contra “organizaciones narcoterroristas”, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha denunciado en reiterdas ocasiones que la campaña militar constituye una “amenaza directa” a la soberanía regional.
«SOUTHCOM was concerned about the operations not being lawful,» per CNN reporting.
Not surprised.
I served in Pentagon assessing counterterrorism operations. I explain constitutional and international legal problems with these Caribbean strikes.
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— Ryan Goodman (@rgoodlaw) October 19, 2025