El presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, amplió este miércoles su margen de victoria sobre su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, con 292 delegados frente a 224, según las proyecciones de los principales medios estadounidenses.
Trump se acaba de adjudicar los 15 compromisarios de Míchigan, arrebatándole a los demócratas este estado clave.
Con los 15 compromisarios de Míchigan, Trump suma ya 292, habiendo superado ya anoche los 270 necesarios para la victoria, mientras que la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, se mantiene con 224.
De esta forma, Trump se lleva todos los estados clave del «muro azul», el color de los demócratas:
Pensilvania, Míchigan y Wisconsin, todos ellos con importante población blanca y de clase trabajadora.
Ese territorio había sido durante décadas un bastión del Partido Demócrata, cuyos candidatos ganaron allí en todas las elecciones entre 1992 y 2016, hasta que Trump logró hacerse con la victoria en todos esos estados, que luego el presidente Joe Biden recuperó para el campo demócrata en 2020.
Ahora, Trump, que ha modificado el mensaje tradicional del Partido Republicano para apelar a la clase trabajadora, ha vuelto a hacerse con todos esos estados del «muro azul».
El Colegio Electoral es un órgano integrado por 538 delegados que eligen los estados en función de su población. El candidato ganador en cada estado, aunque sea por un solo voto, se lleva todos sus compromisarios con la excepción de Nebraska y Maine. El aspirante que llega a 270 gana las elecciones.
Durante el último mes, las encuestas mostraban a Harris y Trump prácticamente empatados, y estaba claro que las elecciones se decidirían en los siete estados bisagra: Georgia, Carolina del Norte, Michigan, Wisconsin, Pensilvania, Arizona y Nevada.
Trump se ha hecho con la victoria en cinco de ellos(Georgia, Carolina del Norte, Michigan, Wisconsin y Pensilvania), mientras que Harris no ha ganado en ninguno, y aún queda por ver quién se impone en Arizona y Nevada.
Los estadounidenses no deciden por voto popular quién será su próximo presidente, sino que designan a un número de electores en cada estado que conforman el Colegio Electoral y que se encargan de elegir al próximo inquilino de la Casa Blanca.
Con información de EFE