Al menos 5,1 millones de personas se encuentran en situación de hambre, como consecuencia de la grave situación de inseguridad alimentaria en Venezuela, expresada por la experta en nutrición y asistencia humanitaria, Susana Rafalli.
Durante una reunión virtual con el Movimiento en Defensa de la Constitución y la Democracia (Decode), Rafalli señaló que la crisis alimentaria que padecen los venezolanos se podría comparar con las que atraviesan países en guerra o afectados por desastres naturales, reseñó El Nacional.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor de 5 millones de venezolanos padecen inseguridad alimentaria severa, lo que significa que no tienen acceso regular a alimentos suficientes y nutritivos.
De acuerdo con la experta, esta situación que se agrava por la escasez de alimentos básicos, el aumento de los precios y la disminución de la capacidad adquisitiva de la población de Venezuela, donde la desnutrición aguda infantil supera en cuatro veces el promedio regional de Suramérica.
Rafali destacó que la falta de acceso a los alimentos, ha llevado a las familias a “adoptar estrategias de supervivencia extremas, como reducir el número de comidas, pedir prestados alimentos o incluso saltarse comidas”.
Además, la desnutrición crónica en niños y niñas está generando un impacto negativo en su desarrollo físico y cognitivo a largo plazo.
El informe Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de las Naciones Unidas de 2022 indicó que Venezuela tiene la mayor prevalencia de subalimentación de Suramérica.
Mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señaló que aproximadamente 6 millones de venezolanos, equivalente a cerca de 17% de la población, enfrentan una situación de inseguridad alimentaria moderada y severa.
Por lo que la especialista advirtió que las consecuencias de la inseguridad alimentaria podían ser devastadoras para la salud y el desarrollo de la población, especialmente para los niños, las mujeres embarazadas y los adultos mayores.
Con información de El Nacional