Autoridades de Paraguay trasladaron este martes a trece presos de alta peligrosidad, desde tres penitenciarías fronterizas con Brasil y Argentina, hacia el pabellón de máxima seguridad de una nueva cárcel ubicada en el departamento Alto Paraná (este), informó el Ministerio de Justicia.
En el operativo ‘Kuarahy’ã’ (‘en las sombras’ en idioma guaraní), seis presos de la cárcel de Ciudad del Este, tres de la penitenciaría de Pedro Juan Caballero (norte), ambas en la frontera con Brasil, y cuatro reclusos del Centro de Rehabilitación Social de la ciudad de Encarnación, del departamento de Itapúa, fronterizo con Argentina, fueron trasladados hacia el Centro de Reinserción Social de la localidad de Minga Guazú.
«Son personas que pertenecen a organizaciones criminales internacionales, muchos de ellos, y también otros altos perfiles«, dijo a periodistas el ministro de Justicia de Paraguay, Rodrigo Nicora.
Los presos permanecerán en un módulo de régimen privado especial o de máxima seguridad en la cárcel de Minga Guazú, habilitada parcialmente en mayo pasado.
Los traslados fueron realizados por vía aérea y la operación contó con el apoyo de efectivos de la Policía Nacional de Paraguay y de las Fuerzas Armadas.
El jefe de Justicia indicó que la medida es parte de una política carcelaria que busca separar a presos de alta peligrosidad de la «población penitenciaria normal» y que el objetivo es trasladar a más privados de la libertad a la nueva penitenciaría.
Nicora destacó que en los más de cinco meses de habilitación de esta cárcel no se ha reportado «ningún tipo de incidente considerable» en el pabellón de máxima seguridad donde las trece personas cumplirán sus condenas.
En la sección de máxima seguridad de Minga Guazú, que tiene una capacidad para 82 personas, están restringidas la circulación y las visitas privadas. Asimismo, los presos tienen celdas individuales y solo se les permite dos horas al aire libre. EFE