El presidente electo Donald Trump utilizó diferentes estrategias para abordar el flujo migratorio hacia Estados Unidos durante su primer mandato, y eso aumentará en su segunda gestión, según un asesor del presidente entrante y exfuncionario de la Administración Trump.
“Habrá mucho énfasis en controlar la frontera y trabajar con los países de Centroamérica y América del Sur para hacerlo”, dijo Carlos Trujillo, quien fue embajador ante la Organización de los Estados Americanos en el primer mandato de Trump, en una entrevista.
Los cruces fronterizos alcanzaron cifras récord en los primeros tres años de la Administración Biden después de que se levantaran las restricciones de la era de la pandemia. Durante el verano, el Gobierno implementó estrictas restricciones de asilo que llevaron a una caída de más del 50% en el número diario de personas encontradas por la Patrulla Fronteriza, totalizando el nivel más bajo desde 2020.
Cuando se trata de migración, “hay que negociar con muchos, muchos países. No es solo uno o dos”, dijo Trujillo. “Antes, nos enfocábamos en el Triángulo Norte y también en México. Creo que ahora los flujos migratorios son tan abrumadores que hay muchos más actores en el negocio de la trata de personas”.
Dijo que la Administración probablemente revisará muchas opciones diferentes para lograr sus objetivos.
“Creo que va a revisar todas las políticas u oportunidades que lo ayuden a lograrlo”, dijo Trujillo. “Algunas de las opciones podrían ser opciones económicas. Algunas podrían ser opciones de bloqueo. Algunas opciones podrían ser la diplomacia directa. Hay múltiples opciones”.
Durante su primer mandato, Trump amenazó con recortar cientos de millones de dólares en ayuda a El Salvador, Guatemala y Honduras —el Triángulo Norte— si no impedían que sus ciudadanos solicitaran asilo en la frontera entre Estados Unidos y México. También firmó los Acuerdos de Cooperación de Asilo con los tres países, que permiten a los funcionarios de inmigración estadounidenses enviar a los solicitantes de asilo de regreso a esos países antes de solicitar refugio en Estados Unidos.
La Administración Biden puso fin a esos acuerdos, pero implementó otras políticas para restringir el flujo de solicitantes de asilo, como exigir la solicitud de asilo a través de la aplicación CBP One y el programa de parole para Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela (CHNV, por su sigla en inglés).
NBC News ha reportado que la Administración Trump planea poner fin a los programas de Biden, lo que posiblemente haga que quienes aún no hayan recibido asilo sean elegibles para la deportación.
Lea más en Telemundo