Usuarios en redes sociales han comenzado a especular sobre las razones detrás del triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, dando origen a una teoría inusual que ha ganado popularidad a través de memes y comentarios.
El 1 de noviembre, autoridades de Nueva York sacrificaron a una ardilla y un mapache que vivían en cercanía con humanos, bajo el argumento de que representaban un posible riesgo sanitario para la comunidad.
Sin embargo, este hecho rápidamente se volvió viral y, en cuestión de horas, el incidente pasó de ser un tema de salud pública a un asunto político, que enfrentó a republicanos y demócratas.
El pasado 30 de octubre, el Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York (DEC) tomó la decisión de sacrificar a Peanut, una ardilla conocida por su popularidad en redes sociales, y a Fred, un mapache que compartía espacio con ella en P’nuts Freedom Farm, un santuario en Pine City, Minnesota.
La noticia generó indignación entre sus cuidadores y seguidores, quienes aseguran que sus súplicas por salvar a los animales fueron ignoradas. La ardilla había vivido durante siete años en el santuario sin incidentes y, según sus cuidadores, no representaba un riesgo para la comunidad.
Además, la cuenta del santuario hizo hincapié en que las decisiones del gobierno demócrata no tenían justificación.
“Esta ardilla en particular tuvo que ser eutanasiada porque estaba viviendo su mejor vida… No lo entendemos. Sin mencionar que Peanut no fue el único asesinado innecesariamente. También lo era su amigo, el mapache Fred. Otro animal que no hizo nada malo. Esto es lo que está mal en el mundo. Tenemos tantos humanos y animales que necesitan ayuda. El gobierno prefiere gastar su dinero duramente ganado en la eutanasia de una ardilla agradable”.
Fueron estas últimas declaraciones, vinculadas con el posicionamiento de figuras públicas pro Trump, lo que muchos especulan fue lo que inclinó la balanza en las votaciones.
El pasado domingo 3 de noviembre J.D. Vance, futuro vicepresidente mencionó en una campaña en Carolina del Norte que Donald Trump estaba enfadado por la muerte de la ardilla.
“El mismo gobierno al que no le importan los cientos de miles de inmigrantes ilegales que llegan a nuestro país no quiere que tengamos mascotas”, dijo el senador de Ohio a sus partidarios en Carolina del Norte. “Es una locura”, mencionó el funcionario.