A dos días de que el presidente, Donald Trump, declarara emergencia nacional en la frontera con México, el Gobierno estadounidense planea enviar cerca de 1,000 tropas adicionales para reforzar la presencia militar en la región, informó un funcionario de defensa a nuestra cadena hermana, NBC News.
Se espera que las primeras tropas sean enviadas en cuestión de días.
No quedó claro de inmediato de qué unidades serán retiradas las tropas ni qué función tendrán en la frontera, pero se puede esperar que soldados e infantes de la marina de todo el país sean enviados ahí para unirse a unos 2,500 efectivos de la Guardia Nacional y la Reserva de Estados Unidos.
Se esperaba que el secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, firmara las órdenes de despliegue este miércoles, informó The Associated Press.
Cabe destacar que actualmente no hay tropas en servicio activo trabajando en la frontera.
Hasta ahora, está prohibido que las tropas estadounidenses realicen tareas de aplicación de la ley en la frontera en virtud de la Ley Posse Comitatus que les impide realizar arrestos. Pero eso puede cambiar si Trump invoca la Ley de Insurrección de 1807, que permite a los presidentes desplegar a las fuerzas armadas en el país.
La ley de Insurrección, que no ha sido actualizada significativamente en más de 150 años, «es peligrosamente excesiva y propicia al abuso», advirtió el Brennan Center For Justice. El objetivo de esta es otorgarle al presidente las facultades para reprimir rebeliones o violencia doméstica.
Trump ha ordenado mediante un decreto que el secretario de Defensa entrante y el jefe de Seguridad Nacional informen en un plazo de 90 días si creen que se debe invocar la Ley de Insurrección.
En 2018 —durante el primer mandato de Trump— cuando se enviaron más de 7,000 tropas de servicio activo a Teexas, Arizona y California, incluidos.