El profundo y complejo declive que atraviesa la economía venezolana, expresado en una altísima inflación, una fuerte contracción del Producto Interno Bruto, una abismal brecha entre el dólar paralelo y el oficial, la constante devaluación del bolívar, la falta de confianza y credibilidad en las políticas gubernamentales y la incertidumbre general solo podrá ser superado con el cambio de régimen y de modelo.
Así lo manifestó el partido Primero Justicia tras analizar el abrupto comportamiento de la economía nacional durante los primeros cinco meses del año, cuyas consecuencias se sienten con mayor impacto en los sectores más empobrecidos del país como la clase trabajadora, los pensionados y jubilados, hoy sin poder adquisitivo. “La situación de las familias venezolanas es cada día más difícil porque el salario no cubre sus necesidades, conforme lo establece el artículo 91 de la Constitución, y el costo de la vida aumenta de manera dramática. Aun cuando las familias se organizan para enfrentar la compleja situación, esta espiral crece sin atisbo de detenerse”, señaló la organización.
En este sentido, la tolda aurinegra recordó que la brecha cambiaria es un síntoma de la disfuncionalidad de la economía y de la falta de confianza en el bolívar generada por la incapacidad de Nicolás Maduro. Y señaló que la captura por parte del régimen, de por lo menos 25 personas presuntamente vinculadas con la difusión a través de plataformas digitales del precio del dólar de manera paralela, no resolverá el problema. Esta actuación, reitera PJ, sólo responde a la reiterada costumbre de desconocer su incompetencia en el manejo de los asuntos públicos y de atribuir a terceras personas una responsabilidad que, por ley, corresponde al ente rector de la política monetaria y cambiaria del país: el Banco Central de Venezuela.
“Mantener el control cambiario solo restringe la cantidad de divisas a tasa oficial a la que pueden acceder la población y las empresas. Y esta limitación genera una demanda insatisfecha de dólares, que impulsa el precio en el mercado paralelo”. Además, la inflación sigue siendo extremadamente alta –una de las más elevadas del mundo–, y ese aumento diario de precios continúa siendo un problema grave que afecta significativamente la vida de los venezolanos, admitió.
A esta presión cambiaria se suman otros factores como la persistente inflación que erosiona el valor del bolívar; y la falta de confianza y credibilidad en las políticas gubernamentales, entre otros. “Todo esto lleva a la gente y a las empresas a proteger sus ingresos en dólares, fortaleciendo el mercado paralelo. La brecha cambiaria es un reflejo de la pérdida de valor del bolívar y de un mercado paralelo que surge en respuesta a la demanda insatisfecha”, agrega.
Primero Justicia es consciente de que la dinámica impuesta por regímenes autoritarios, como el que enfrenta Venezuela, prioriza la supervivencia en el poder sobre la implementación de verdaderas reformas económicas que podrían socavar su control sobre una población cada vez más empobrecida. “Gran parte de nuestro pueblo es controlado socialmente a través de programas sociales y de distribución de bienes básicos, así como de bonos que se otorgan con total iniquidad e inequidad”.
Finalmente, Primero Justicia reiteró que la crisis económica solo podrá ser superada con el cambio efectivo de gobierno y de modelo, cuyas autoridades sean capaces de devolver y respetar la independencia y autonomía de instituciones como el BCV y el poder judicial, a fin de que estas actúen como contrapesos; de combatir la corrupción, hoy convertida en un medio de recompensa de lealtades y de control sobre sectores clave de la economía; y de sincerar los programas de ayuda social para que el acceso a bienes y servicios básicos llegue a todos por igual. “Cualquier salida a la contracción económica venezolana y la perspectiva de una recuperación sostenible, pasa necesariamente por un cambio político que permita la transición hacia un gobierno democrático y transparente. De otra manera, se mantendrá el círculo vicioso”.