Maturín, 5 de junio de 2025 – Este jueves, estudiantes de Derecho del Núcleo Monagas de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA) ofrecieron una rueda de prensa para exponer públicamente las precarias condiciones en las que se desarrolla la vida académica en su sede, así como el ambiente de maltrato e intimidación que, según denuncian, ha sido promovido por autoridades locales de la universidad.
“Somos estudiantes, no políticos. No tenemos ningún interés partidista ni buscamos generar conflicto, solo exigimos condiciones mínimas para ejercer nuestro derecho a estudiar en un entorno digno, seguro y libre de hostigamiento”, expresaron los voceros, quienes cuentan con el respaldo de más de 200 compañeros.
Los estudiantes denunciaron que más del 50% del techo del recinto universitario se encuentra deteriorado, lo que ha provocado filtraciones, inundaciones y la pérdida temporal de espacios. “Nos hemos vuelto expertos en esquivar goteras y saltar charcos en los pasillos”, señalaron.
Asimismo, resaltaron que la sede no cuenta con una sala de juicio, herramienta esencial para la formación práctica de los futuros abogados. Tampoco se han instalado los aires acondicionados comprados hace meses ni se ha garantizado de forma estable el servicio de Wi-Fi.
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A estos problemas estructurales se suma un clima de persecución hacia quienes se han atrevido a alzar la voz. Los voceros denunciaron que muchos estudiantes se han abstenido de participar en las encuestas de evaluación docente por temor a represalias, señalando directamente a la Directora del Núcleo, Luisa Ysaccis, como promotora de este clima adverso. “No solo ha maltratado verbalmente a estudiantes y profesores, sino que ha coaccionado a alumnos para firmar cartas contra docentes con buena reputación académica”, aseguraron.
En la reunión sostenida vía Zoom con el rector de la universidad el pasado 15 de abril, la Directora negó haber recibido comunicaciones previas, a pesar de haber sido remitente en todos los correos enviados por los estudiantes a las autoridades decanales y rectorales. Esta actitud, denuncian, refleja un intento sistemático de invisibilizar los problemas.
Aunque reconocen algunos avances, como la compra de equipos y la apertura de espacios temporales, los estudiantes consideran que estos no han sido suficientes ni sostenidos. “Las soluciones no pueden ser cosméticas ni temporales. Lo que pagamos por un semestre no se ve reflejado en la calidad de los servicios que recibimos”, afirmaron, al referirse a una matrícula que ronda los 1.400 dólares por período académico.
Entre sus exigencias, los estudiantes solicitan:
El cumplimiento del compromiso rectoral de visitar el núcleo cada 15 días.
Una evaluación seria e inmediata de la gestión de la actual Directora del Núcleo.
Condiciones académicas, estructurales y humanas dignas.
Explicaciones claras sobre el cobro de nuevos aranceles como el “seguro estudiantil”.
Finalmente, hicieron un llamado al Consejo Rectoral, al rector de la UGMA, y al ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Ricardo Sánchez, para que tomen cartas en el asunto. “No queremos confrontar, queremos construir. Pero no podemos seguir callando ante una situación que cada día empeora más”.
