Este domingo el ex presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, acudió a primera hora para votar en el balotaje que celebra el país sudamericano para elegir a su próximo presidente.
El líder de la izquierda uruguaya dialogó con la prensa y señaló que el próximo gobierno deberá negociar, ya que ni Álvaro Delgado (Partido Nacional) ni Yamandú Orsi (Frente Amplio) tendrán mayoría en el Congreso, y destacó la estabilidad institucional del país.
Así lo dijo a la prensa después de ejercer su voto en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que afronta el país sudamericano en esta jornada, en las que unos 2,7 millones de ciudadanos acudirán a las urnas para elegir entre el oficialista Álvaro Delgado o el opositor Yamandú Orsi.
Asimismo, Mujica volvió a cuestionar a los regímenes autoritarios, y se refirió a las relaciones con el gobierno argentino de Javier Milei.
Mujica aseguró que, pese a ser pequeño, su país se ha ganado el reconocimiento de ser estable y tener una ciudadanía que respeta las formalidades institucionales, algo que no es poca cosa “en una pobre y golpeada América Latina”.
“Eso lo tenemos que cuidar entre todos”, remarcó Mujica, quien sostuvo que lo más fácil es patear y deshacer todo.
Según opinó, el clima que se vive en la campaña electoral lleva a que inevitablemente se “exacerban los ánimos”.
Pese a esto, afirmó que el próximo Gobierno va a tener que tener la capacidad de crear un clima que permita acercamientos para negociar e intercambiar. “El gobierno que venga, sea cual sea, va a tener que tener capacidad de crear un clima que permita acercarse a negociar e intercambiar. Un clima como cuando estaba (Alejandro) Achugarry de ministro (durante el gobierno de Jorge Batlle). No quiere decir que coincidiéramos sino que nos respetábamos. Hablamos a cada rato”, recordó respecto a quien fue ministro de Economía durante la crisis del 2002.
«Eso lo tenemos que cuidar entre todos», aseveró José Mujica. Recordó que costó mucho aprender y generar eso, ya que lo más fácil es patear y deshacer todo.
Por otra parte, el exmandatario aseveró que el clima que se vive en la campaña electoral lleva a que inevitablemente se «exacerban los ánimos».
No obstante, remarcó que el próximo gobierno va a tener que tener la capacidad de crear un clima que permita acercamientos para negociar e intercambiar.
Uruguay en elecciones
Asimismo, afirmó que personalmente ya no tiene nada más que esperar porque -por razones de edad- lo más próximo en su futuro es «el cementerio».
Pese a esto, enfatizó que le interesa la suerte de los jóvenes, ya que cuando tengan su edad vivirán un mundo muy distinto e hizo hincapié en que el país se debe desarrollar en este momento para tener los recursos que se deben «meter en la cabecita» de los más pequeños.
«Tener plata para meter en la cabeza de los chiquilines (jóvenes) para que estén a la altura de la sociedad del conocimiento. Porque si no, como dice Harari, vamos a pertenecer al mundo de los irrelevantes. El mundo está cambiando», apuntó.
Los 7.225 centros de votación habilitados para las elecciones presidenciales que Uruguay afronta este domingo se encuentran abiertos desde las 8:00 hora local (11:00 GMT).
Al igual que ocurrió en las elecciones presidenciales y parlamentarias de octubre, el voto es obligatorio y quien no acuda a las urnas será multado.
En esta instancia, los 2.727.120 habilitados para votar elegirán entre una de las dos fórmulas: la del oficialismo (Álvaro Delgado y Valeria Ripoll) o la de la oposición (Yamandú Orsi y Carolina Cosse).
Para convertirse en el sucesor de Luis Lacalle Pou al candidato ganador le bastará con obtener una mayoría simple. Quien obtenga la victoria gobernará Uruguay entre el 1 de marzo de 2025 y el 1 de marzo de 2030.