El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) fue declarado este viernes en «rebeldía» por un tribunal, ya que por segunda vez no se presentó a la audiencia sobre el caso en su contra por trata «agravada» de personas en la que se investiga una presunta relación con una menor con la que habría tenido un hijo.
En la audiencia, que duró más de cuatro horas en el Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, el juez Nelson Rocabado determinó dictar su arraigo, congelar sus cuentas, anotar sus bienes y emitir una nueva orden de aprehensión. Al concluir el acto judicial, la defensa de Morales anunció que solicitará una acción de libertad.
El juez consideró que el argumento que expuso la defensa de Morales de que no pudo asistir a la audiencia debido a que sufre una bronconeumonía y una bradicardia (frecuencia cardíaca baja), «no son elementos legítimos» para no haberse presentado.
La audiencia fue inicialmente programada para el martes 14 de enero pero fue suspendida hasta este viernes, luego de que la defensa del ex presidente presentara un certificado médico que alegaba impedimentos de salud para asistir y el juez Nelson Rocabado le diera un plazo para presentar una valoración médica del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).
El juicio se lleva en medio de la larga disputa interna del Movimiento Al Socialismo (MAS) representada en los liderazgos de Morales y el presidente Luis Arce, por el control del partido y el poder del Estado. Aunque esta acción podría terminar con Morales encarcelado, algunos analistas creen que no es la batalla final.
El líder cocalero está siendo investigado actualmente por los delitos de trata de personas y estupro. Según documentación de la Fiscalía, el ex mandatario habría tenido una hija con una adolescente el año 2016, a la que registraron dos años más tarde en un registro civil de la localidad de Yacuiba, en la frontera con Argentina, y cuya partida de nacimiento constituiría la prueba del delito. La víctima tenía 15 años y él 57 cuando ocurrió el presunto embarazo.
En este juicio también están involucrados los padres de la supuesta víctima, a quienes se acusa de haber actuado en complicidad y obtenido favores políticos por la vinculación de su hija con el entonces presidente. El padre de la joven está en la cárcel con detención preventiva y su madre fue declarada en rebeldía tras haberse ausentado a la audiencia del martes a la que fue convocada.
Hasta ahora, ni Morales ni nadie de su entorno ha negado la comisión del delito y han acusado al Gobierno de estar detrás del caso con el objetivo de anular su futuro político.