El Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) confirmó la recuperación de las piezas principales del avión de American Airlines y del helicóptero Black Hawk que colisionaron el pasado 29 de enero sobre el río Potomac, cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan en Washington, DC. accidente que dejó 67 víctimas mortales.
En un comunicado oficial, el NTSB explicó que los investigadores están examinando cuidadosamente las marcas de impacto en los restos de las aeronaves. Estos análisis podrían proporcionar pistas sobre el ángulo de la colisión y otros factores relevantes. Además, se están evaluando los datos de vuelo y diversos componentes clave, lo que permitirá reconstruir los eventos que llevaron al trágico accidente, un proceso crucial para entender las fallas técnicas o humanas que pudieron haber contribuido.
Las piezas, recuperadas del río Potomac, ahora están «en una instalación segura» del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, en la capital de Estados Unidos, para su posterior «examen y documentación».
El NTSB, en colaboración con el Supervisor de Salvamento y Buceo del Comando de Sistemas Navales del Mar, ha recuperado gran parte del helicóptero Black Hawk y otros fragmentos significativos de los restos del accidente. Los investigadores están trabajando para analizar el material recuperado y determinar las circunstancias exactas que llevaron a la colisión.
Según ABC 11, los legisladores fueron informados sobre los avances de la investigación el pasado jueves, aunque no se han revelado hallazgos significativos hasta el momento. Las autoridades esperan que el análisis de los datos de vuelo, junto con los restos recuperados y las marcas de impacto, permita arrojar luz sobre las causas de este trágico accidente, que ha generado preocupación sobre la seguridad en el espacio aéreo compartido entre aeronaves comerciales y militares.
Aunque el escaneo estaba programado originalmente para la noche del viernes, las condiciones climáticas obligaron a posponerlo hasta el sábado. Según el NTSB, los datos obtenidos durante esta operación serán integrados en la investigación en curso, aportando información crítica para reconstruir la secuencia exacta de los hechos.
El uso del TopoBathy Lidar facilitó la identificación de múltiples objetivos sumergidos que podrían corresponder a fragmentos adicionales del avión y el helicóptero. Posteriormente, buzos especializados del NTSB investigaron estos objetivos detectados, confirmando la presencia de partes de las aeronaves. Estas labores de buceo continuarán durante la semana, con el objetivo de recuperar cualquier componente restante que pueda ser relevante para la investigación.
El accidente ocurrió cuando el avión comercial que cubría la ruta entre Wichita (Kansas) y Washington para American Airlines descendía hacia el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de la capital federal.
En la aeronave viajaban 64 personas, entre pasajeros (60) y tripulación, mientras que en el helicóptero militar con el que colisionó viajaban tres soldados.
Los dos aparatos cayeron sobre las gélidas aguas del río Potomac.